Esta vivienda resulta del encargo de un matrimonio, con dos hijos, que cuenta con un terreno de 596.8 m2, ubicado en un sector residencial consolidado de Pedro de Valdivia, Concepción. La familia consideró la demolición de la casa existente y la preservación de la vegetación presente, sobre todo la de una palmera de 7 metros de alto, situada en el centro del solar que posteriormente determinó la forma de proyectar la vivienda en el terreno. Esta fue desarrollada principalmente a partir de dos volúmenes de uno y dos niveles, retranqueados de la calle, que configuran una fachada más hermética hacia el espacio público, procurando privacidad y, a su vez, una mayor apertura al interior y a las actividades puramente familiares. Como partido general, la propuesta puede expresarse mediante su simpleza en dos grandes aspectos. El primero de ellos es el patio interior, cobijado y propio, en el que se encuentra la palmera del predio, la cual otorga vitalidad y convierte este ambiente en el corazón de la vivienda gracias a su singularidad. Es en este patio donde es posible apreciar y controlar visualmente todas las actividades desarrolladas en la casa y sus distintos usos: living, comedor, cocina y servicios, por una parte; y estar familiar y dormitorios, por otra. El siguiente aspecto lo constituye la implantación de la obra en el terreno, esto es, su distribución en dos grandes áreas o volúmenes: una pública, que corresponde a los accesos, servicios y comedor; y otra más íntima y cuidada, al interior del predio, que cuenta con el estar familiar y el quincho, en el primer nivel, y tres dormitorios y servicios, en el segundo. Ambos sectores se hallan concadenados por un pasillo cubierto y cerrado pero panorámico, de 13 metros de largo que evidencia en su recorrido las actividades familiares, tanto interiores como exteriores. A pesar de la hermeticidad del volumen de acceso hacia la calle y, por ende, a la orientación norte, este presenta una lucarna en la parte superior que ilumina correctamente las áreas comunes y de permanencia. De manera semejante, al proponerse el segundo bloque en dos niveles, los dormitorios del nivel superior están dotados de buenas vistas e iluminación gran parte del día. El inmueble es planteado desde criterios estructurales simples como son hormigón armado, en el primer nivel, y una estructura liviana de acero, en el segundo, con materiales y texturas pétreos y sobrios capaces de incorporarse adecuadamente y sin mayores pretensiones en su contexto residencial, de viviendas de 1 y 2 niveles y tipologías constructivas convencionales.