Centro de Revitalización de manufactura artesanal en la parroquia de Angochagua

Premio de participación: Premio Medalla de Oro Trabajo de Fin de Carrera
Categoría de participación: Arquitectónico
País de representación: Ecuador
   Autores: 
Arq. Erick Raúl Andrade Yépez
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Arq. Rafael Sebastián Coral Hinojosa (asesor)

Memoria

Los valores culturales o ciertas prácticas | actividades ancestrales de tipo artesanal que son llamados históricos de un territorio rural tienen que ser vistos y cuidados desde su progresión. En la actualidad el sentido es diferente, y se muestra desde el olvido, siendo un fenómeno que atenta la memoria individual y colectiva, creando un distanciamiento de los valores culturales y bifurcando con el paso del tiempo las relaciones socio comunitarias. Un hecho afectante es la ausencia de espacios de apropiación social, difusión e interpretación cultural; donde, en este punto es importante Arquitecturizar la memoria como un proceso esencial que conjugue la identidad cultural con la estética natural del territorio rural permitiendo valorizar la creación de un objeto simbólico que transmita pertenencia, permanencia y apropiación. La revitalización se convierte en el camino que procura salvaguardar la memoria de las prácticas culturales de tipo artesanal; y que, por medio de la arquitectura pretenda establecer a tiempos actuales un desarrollo social sostenible además de la preservación de la “huella” y “símbolo” cultural del lugar. Es allí donde la arquitectura hace frente al acto de la ausencia y el olvido y se convierte en una pieza elemental del lugar que repara la memoria y prepara el escenario para conectar el pasado con el presente y el futuro. La arquitectura tiene la capacidad de narrar la memoria de los pueblos, se ha vuelto un dispositivo útil para crear vínculos afectivos con el espacio y con el lugar, para preservar y evocar remanentes específicos conectados con tiempos pasados, memorias y transformaciones en referencia a nuestra vida actual. La arquitectura tiene el potencial de hacer presente y construir la ausencia (Isaak, 2016). El planteamiento del proyecto, pone en valor la acción del tiempo y la memoria como un recurso de cualidades donde se pretende generar espacios arquitectónicos guiados a la conservación cultural; siendo el oficio artesanal, un modo de pertenencia del lugar, y permitiendo recrear a manera de un hábitat experimental, un espacio para el desarrollo del artesano, y su encuentro con la sociedad. El Diseño del centro de revitalización de manufactura artesanal principalmente se presenta como un equipamiento arquitectónico de carácter tipológico cultural, que no solicita ser un espacio estático museográfico, sino más bien, un espacio proyectado desde la perspectiva experiencial y vivencial que un usuario puede tener con las manifestaciones culturales locales, dándole así, un sentido a la existencia de la actividad artesanal en la parroquia.