Bajío 307 es un conjunto de departamentos ubicados en la colonia Roma de la Ciudad de México, una zona con alto valor patrimonial y crecimiento habitacional desplantado en un terreno sobre tres calles. El reto principal del proyecto fue la integración de la casa de principios del siglo XX catalogada por el Instituto Nacional de Bellas Artes como inmueble de valor artístico que se encuentra en el predio y que resultase un espacio común y de uso para los usuarios del proyecto. Se restauró la casa y se decidió que albergaría el acceso y las áreas comunes. A partir de ella se trazó un eje compositivo longitudinal al centro del terreno sobre el que se ubicaron dos volúmenes de departamentos. Al proyecto se le accede a través de un corredor principal que comunica la casa con los dos volúmenes de departamentos, y las circulaciones que llevan a las áreas de esparcimiento común: en planta baja se ubica el lobby, biblioteca, cafetería, sanitarios, vestidores y un espacio tipo estudio para artistas; en planta alta se ubica el gimnasio, sala de juntas y business center. La azotea de la casa es aprovechada como roof garden con piscina, zonas de estar y barras. En el patio central se conservaron los pisos de pasta originales y se agregó un espejo de agua con un muro verde donde se colocó una obra del artista mexicano Aldo Chaparro. Los departamentos se encuentran distribuidos en dos volúmenes de siete niveles, cada uno con seis departamentos que se comunican a través de dos núcleos de circulación vertical ubicados a los costados de cada volumen. Fue importante generar una huella verde significativa, un microclima en medio de la zona céntrica urbanizada por completo; por esta razón, el proyecto cuenta con jardines en planta baja, roof gardens en pisos elevados y 9,200 m2 de fachadas verdes. Para los jardines se respetaron todos los árboles existentes y se añadieron otras especies que se adaptaran a las condiciones de sol y sombra del conjunto con poco consumo de agua; Las fachadas verdes están diseñadas como una serie de vanos y macizos que generan estratégicamente iluminación y ventilación natural al interior de los departamentos; están compuestas por cristal, piedra y especies como rocío, aralia y xanadú. Se incorporaron 65,000 plantas que generan anualmente el oxígeno requerido por 2,400 personas, filtran 125,350 kg de dióxido de carbono y atrapan hasta 361.05 kg de polvo, entre otros beneficios al medio ambiente. Para el mantenimiento de toda la vegetación se implementó un sistema de captación pluvial con sistemas de filtración y riego programado bajo la asesoría y supervisión de un biólogo especialista, contando con tecnología que hacen al conjunto autosustentable, disminuyendo la presión que ejercería en la zona en cuanto a dotación de recursos hídricos y de energía. Bajío 307 simboliza una nueva forma de edificar en la Ciudad de México. Representa la posibilidad de mejorar el medio ambiente y la ciudad a través de proyectos que integren con generosidad espacios verdes y pedazos de historia.