Campus Colégio Pequeno Príncipe
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Equipamiento
País de representación: Brasil
Autores:
Arq. Ricardo Lopes Gusmão
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Arq. Guido D´Elia Otero
Memoria
El sueño de la dirección del Colégio Pequeno Príncipe de construir una nueva sede de 9.300m2 era acompañado del deseo de mantener su carácter familiar, acogedor y cuidadoso. Tales cualidades eran compartidas no sólo entre los estudiantes, sino entre todo el personal docente y administrativo.
El terreno de 20.000m2 al sur de Ribeirão Preto está ubicado en la zona de expansión de la ciudad. Su construcción sería un punto de partida para el desarrollo local, atrayendo movimiento y vida a una nueva zona de la ciudad. La escuela asumió así un papel importante como pionera en la ocupación de la región. Más que una nueva sede, estábamos creando un nuevo campus para la escuela, integrado y moderno.
Nuestro proyecto parte de algunos principios fundadores: calidad y flexibilidad de los espacios pedagógicos, para dar respuesta a la continua demanda por adaptaciones en el tiempo; edificios que promuevan una mayor interacción entre los estudiantes, ofreciendo una variedad de espacios para múltiples usos; e integración con el aire libre y la naturaleza. Así, el proyecto fue más allá de los espacios construidos dedicando esfuerzo para el diseño de las áreas abiertas, trabajando en la integración espacial entre los bloques y creyendo que todos los espacios de la escuela son potencialmente pedagógicos.
Organizamos la escuela en cuatro bloques principales, que, aprovechando la pendiente del terreno, disfrutan de las vistas y la iluminación natural. La separación por bloques autónomos fue acompañada del estudio cuidadoso de los flujos de acceso, embarque y desembarque de los estudiantes. Cada uno de estos tiene su propio espacio para dejar y recoger a los niños en el interior de la escuela, brindando más comodidad y seguridad a los usuarios.
En el nivel más alto del terreno, implementamos el Bloque de Convivencia, con los programas más colectivos y de uso compartido de la escuela como auditorio, laboratorios, cancha polideportiva techada y una amplia cafetería. Aquí también localizamos las áreas administrativas y de recepción de padres. El acceso se realiza por el nivel más alto del terreno, creando un mirador desde el que podemos ver y comprender todo el campus. En un nivel intermedio, que ocupa la mayor diagonal del terreno, ubicamos dos otros bloques, uno en cada extremo: el de la Primaria y el de la Secundaria, cada uno con su área libre independiente. En el nivel más bajo, implementamos el Jardín de Infancia, protegido y con espacios más acogedores. En el centro del terreno se encuentra la plaza central del Campus, un espacio que mezcla actividades lúdicas, gradas para diferentes usos y espacios para actividades deportivas.
En el nuevo campus fueron plantados más de ciento cincuenta árboles nuevos de diferentes especies. Algunos traen flores y perfumes al campus, mientras que otros son fructíferos y buenos para escalar; la idea siempre es acercar el entorno construido a la naturaleza, puesto que también aprendemos mucho fuera del aula. La escuela finalmente se completa con las personas que viven, interactúan, trabajan y aprenden, listas para apropiarse y transformar el espacio.