Campus UdlaPark, Universidad de las Américas
Premio de participación: Premio Hábitat Social y Sostenibilidad
Categoría de participación: Arquitectura Sostenible y Eficiencia Energética
País de representación: Ecuador
Autores:
Arq. RONNY CIFUENTES NEGRETE
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Memoria
El proyecto está construido en el ingreso norte de Quito por la Av. Simón Bolívar, a los alrededores del Redondel del Ciclista, en un terreno que funcionaba como una escombrera ilegal, con una fuerte degradación ambiental. Surgió entonces la necesidad de diseñar un campus que priorice la sostenibilidad y el bienestar como modo de vida de la comunidad universitaria.
La planificación comprendía tres etapas. La segunda fue concebida con el principio de respetar y articular al edificio inicial, pero a su vez extender la intervención a varias zonas del edificio existente; entre ellas restaurante general, biblioteca y áreas colaborativas. Ahí radicó el primer desafío, ya que debía integrarse estética y funcionalmente en un conjunto armónico. A diferencia del primer proyecto que se organizaba introspectivamente en torno a dos patios centrales, la premisa fue abrirse al entorno, incorporando las vistas sobre el valle, la topografía y el entorno. Así el partido arquitectónico se desarrolla en dos tiras, que se abren al exterior incorporando el paisaje como un actor fundamental en la percepción espacial. Estos “brazos” se van uniendo en algunos niveles entre sí por medio de puentes, que no solo son meras conexiones sino también lugares de estancia y encuentro.
El nuevo edificio se estructura alrededor del gran atrio central, al cual se accede mediante una explanada que se adapta topográficamente al terreno natural y conecta a los dos prismas vidriados y paralelos de siete niveles que albergan las distintas áreas: aulas, laboratorios, oficinas, restaurante, cafetería, biblioteca, auditorio, parqueos,
terrazas verdes y jardines. Una gran ganancia fue entender a los espacios exteriores e intermedios como lugares de uso frecuente de los alumnos, el adentro y el afuera se vinculan de manera directa y permeable, integrándose el uno con el otro.
Una de las metas fundamentales desde el inicio fue el cuidado del medio ambiente, que ha sido posible
a través de la implementación de diferentes estrategias, que permiten optimizar la utilización de la energía y los recursos para minimizar la huella ecológica. Este proceso se llevó adelante un estudio bioclimático, que fue articulando las distintas definiciones que fueron implementadas. Entre ellas: la mitigación vial permitió disminuir el impacto negativo del complejo en el sistema de transporte local, mediante la utilización de un sistema de movilidad intercampus propio. Además de numerosos espacios para bicicletas y programas que fomentan el uso compartido del auto. La envolvente acristalada cuenta con aireadores en todo el perímetro, lo que garantiza una ventilación natural constante que redunda en una disminución de las cargas a cubrir por el sistema de aire acondicionado. Esto se suma al beneficio que significa el aprovechamiento de la luz natural, la automatización del sistema de iluminación y la ampliación de la planta de energía fotovoltaica. Otra de las iniciativas es la planta para el tratamiento de aguas servidas en el mismo predio, lo que evita su vertido en los cauces naturales. Estas, una vez tratadas, son utilizadas para el riego de las áreas verdes, donde se ha privilegiado el cultivo de especies nativas