“Habitar el presente” (*) también supone diseñar en concordancia con las realidades urbanas contemporáneas. Debemos dignificar la vida de la gente y de sus comunidades, resolviéndola en pequeños espacios, dotándolos de los servicios fundamentales. Debemos densificar las ciudades respetando las escalas y las proporciones de los entornos prexistentes. En un lote de geometría irregular, sin ángulos rectos ni líneas paralelas, con un área 110 m², por encargo de tres hermanos, se proyectó un edificio de 4 plantas, con un total de tres departamentos -uno por piso-, de los cuales dos son idénticos y uno es diferente. La planta baja, a nivel de la calle, se destinó a los estacionamientos, jardín y un espacio de uso múltiple. El obligatorio retiro posterior (3 m x 11 m = 33 m²) más el área destinada a la escalera de acceso común (12 m²), determinó que nos quedaba un área de 65 m² en la cual debíamos resolver los departamentos. Optamos por colocar la escalera de manera próxima al acceso desde la calle, en la esquina nororiental -la más irregular del predio- para resolver en cada piso un departamento con dos dormitorios, dos baños completos y un espacio integrado de estar-comedor-cocina. La planta se destinó a los garajes, que se ubican al fondo del predio para dejar el resto de esta planta como un espacio libre de usos múltiples. Hacia la calle, esta planta mantiene una relación de plena transparencia, buscando un diálogo que permita la interactuación con los vecinos del barrio. Esta propuesta contrasta con el cierre completo que, de manera dominante, caracteriza al resto de edificaciones del barrio y del sector. La terraza está diseñada como el espacio del encuentro, que gracias a su equipamiento posibilita la realización de las reuniones familiares de los copropietarios. La construcción del edificio fue diseñada con elementos estructurales metálicos sobre cimentación de hormigón armada y paredes perimetrales de ladrillo visto, industrial. Las tabiquerías interiores se las trabajó con divisiones livianas en seco tipo gypsum. Las losas de entrepiso son trabajadas con una placa colaborante sobre un encofrado metálico que aparece visto en la planta baja y con cielo falso en los pisos de los departamentos. El volumen se devela hacia el exterior como una edificación de metal y ladrillo visto -que trabaja en detalle hasta las culatas laterales-, en la que rigen los órdenes geométricos: verticalidad para la escalera, horizontalidad para los departamentos y las diagonales como arriostramiento estructural. El diseño de acabados tomo en cuenta tanto la funcionalidad como en su estética con productos disponibles en el mercado local como son: pisos -madera de eucalipto-, paredes, muebles, equipos eléctricos, sanitarios, griferías, herrajes, etc., Los costos del edificio ( $ usd. 749/m2) reflejan la austeridad del gasto y la racionalización de las decisiones adoptadas para la vivienda multifaniliar. Construimos la ciudad “pieza por pieza, para todos, para todas…”, creando referentes con una arquitectura contextualizada, sin estridencias, en pequeños espacios que dignifican la vida de sus habitantes, siendo consecuentes con la idea de “habitar el presente” …