Casa Mika

Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Vivienda Unifamiliar
País de representación: México
   Autores: 
Arq. Sergio Portillo Alarcon
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Arq. Ivan Reyes Almaraz

Memoria

Casa Mika está ubicada al noroeste de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. En ella, la materia funciona como elemento vinculante a lo largo del proyecto. A través del programa buscamos generar diálogos entre los espacios y su entorno inmediato, entre exterior e interior, entre sólidos y vacíos y, de esta manera, lograr que un espacio te lleve a otro a través de experiencias distintas. Un esquema de dos cuerpos principales separa el área pública y la privada por medio de vacíos, sustracciones y aperturas puntuales que dan lugar a patios, espacios de contemplación, dispersión, o convivencia que se relacionan de manera directa con el interior de la casa. Duplicamos el espacio interior al vincularlo con su exterior inmediato, dando a cada uno de estos una característica distintiva dentro de la casa. La mayor parte de los materiales utilizados en la construcción son locales: ladrillo de barro blanco, maderas certificadas, concretos aparentes y herrería tradicional. En el primer bloque de la residencia, de un solo nivel, se encuentran el acceso principal, la cochera, las áreas de servicio, la sala, el comedor y la cocina, con una volumetría discreta que da hacia la calle. El segundo bloque es de dos niveles y está compuesto por una estancia, un estudio y una recámara de visitas en la planta baja, mientras que en el nivel superior hay tres recámaras con vistas al jardín trasero y al patio central. Al centro de la casa se observa un corredor interior que conecta los dos cuerpos que conforman la vivienda por medio de un puente. Este funciona como elemento de transición, al mismo tiempo que otorga transparencia y permite el acceso a los patios de abundante vegetación. Fue prioridad durante el proyecto la implementación de estrategias bioclimáticas pasivas que propiciaron un certero manejo de luz natural, así como aislamiento acústico y térmico en las zonas que así lo requerían logrando en su conjunto armonía entre funcionalidad, estética y materialidad. Los clientes solicitaron desde el principio que los espacios interiores no fueran tan grandes y se ajustaran al mínimo de metros cuadrados, ya que preferían una vida hacía el exterior sin necesidad de salir de casa, por consiguiente, el jardín representa 40% del terreno y se suma a las distintas áreas abiertas que existen dentro del proyecto, donde el diseño de paisaje se enfocó en la creación de espacios libres con abundante vegetación de luz y de sombra de acuerdo a los requerimientos del programa que, además de funcionar como vinculo visual entre espacios se integrarán en los elementos construidos.

Ubicación