Nuestra Madre Tierra está sufriendo la destrucción y contaminación por mano del hombre. El crecimiento exponencial de la población, la industrialización, la explotación masiva de recursos naturales, el consumismo desmedido y la expansión de las zonas pobladas están causando la extinción masiva de especies y el cambio climático. Nunca en la historia de la tierra una sola especie había acaparado tantos recursos ni tenido la capacidad de desestabilizar el equilibrio del planeta. Nos olvidamos de que, como humanos, somos solo una especie entre los millones que habitan la tierra. La construcción de viviendas e infraestructura es uno de los mayores contribuyentes a la contaminación y liberación de gases de efecto invernadero que están alterando el clima. En particular, el acero y el hormigón son los 2 sistemas constructivos más usados y ambos tienen una huella de carbono muy elevada, contribuyendo a alrededor del 10% de emisiones a nivel global. El hormigón es el principal sistema constructivo en nuestro medio y es responsable del 8% de emisión de CO2 a nivel global. Por estas razones, es momento de generar cuestionamiento, reflexiones y sobre todo acciones para reducir nuestra huella; urge buscar otras alternativas de sistemas constructivos con menor impacto. El proyecto Casa Natura y Arte, ubicada en San Juan a 3200, rodeada de un entorno natural a los pies del Taita Chimborazo, hace una exploración de sistemas constructivos menos contaminantes, biodegradables, sostenibles y que rescatan nuestros saberes ancestrales. La majestuosa montaña y el sol determinan la orientación y desplazamiento de los volúmenes para que cada espacio tenga vista al paisaje y asoleamiento para guardar calor. Se explora con un sistema poste y viga con fardos de paja de cebada, cereal que crece en el mismo terreno y que se cosechaba cantando el jahuay. Este material genera el aislamiento de la envolvente y se recubre de barro y cal. Entre los materiales acompañan la madera de eucalipto, caña guadúa, totora y carrizo. Al sur se cierran los vanos y se ubican los servicios para protegerse de los vientos helados. El espacio a doble altura y multifunción alberga el lugar de juego, malabares, música. Se aprovecha la alta radiación solar de la zona para generar electricidad y calentar el agua. Se tratan las aguas grises por medio de filtros naturales y se reúsan para regadío. Las aguas negras son convertidas en abono con ayuda de un biodigestor y un baño seco, para el manejo responsable de desechos. En conjunto se crea una vivienda saludable, que respira y mantiene el calor. Se busca la sostenibilidad al unísono de lo vernáculo y lo contemporáneo.