Casa Viñedos
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Vivienda Unifamiliar
País de representación: Uruguay
Autores:
Arq. Claudia Federica Laca Luque
Memoria
CASA VIÑEDOS .
La casa se ubica en un barrio privado temático, que tiene la particularidad de asociar la urbanización con el desarrollo de la producción de una viña que la rodea y realza el paisaje . Como esta implantada en un predio esquina, se encuentra con este contexto por tres lados, teniendo solo uno ocupado por el vecindario, esto da lugar a una muy buena relación “casa /viñedo.”
Desde el inicio del proceso de diseño, el paisaje de los Viñedos condujo las decisiones. La propuesta explora los alcances de la transición exterior/ interior y cómo la luz es la herramienta con que se configuran estas transiciones, la luz capturada por las superficies de los materiales.
Las transiciones se suceden fluidas y amables, el interior es un eco tenue del exterior.
La solución estructural elegida de acero ligero, además de aportar una increíble versatilidad constructiva, al ser muy esbelta permitió lograr la fluidez de los interiores, grandes vidrieras y aleros voladizos profundos, sin interrupciones de elementos portantes. La decisión fue tomada en base al objetivo inicial de integrar el paisaje al edificio. No en un sentido formal o de materialidad sino en un sentido de visuales y recorridos.
La casa es un puesto de contemplación y es un objeto para ser contemplado.
Se expresa en una geometría simple, lenguaje purista, paleta de materiales reducida y en la desnudez y honestidad de los acabados naturales. La madera tiene una gran relevancia en la expresión material del conjunto, da un carácter íntimo y de amable bienvenida a los espacios de relación a pesar de sus dimensiones .
Exagerar los planos horizontales fortaleció una modulación interior/exterior amena, graduada , no abrupta.
Los materiales y niveles de pisos y cielorrasos interiores son los mismos del exterior, para generar un limite de percepción difusa. Esto se hace en forma simbólica con el muro que enmarca la entrada, del exterior pasa al interior sin tener ninguna variación en su apariencia y la puerta principal que al abrirse queda en parte adentro y en parte afuera.
Los parasoles de madera tienen por función regular las visuales en ambos sentidos y marcar la dimensión vertical exaltando, por contraste la horizontalidad predominante. Generan una vibración de luces y sombras y aportan la materialidad de la madera para apaciguar la sobriedad casi ascética del conjunto monocromo. En el objeto sólido toda la expresión se entrega a la vibración de la luz y las sombras .En el vacío ese juego permanece pero ahora integra la visión del verde de los viñedos, los bosques y los jardines.
El entorno la enmarca y la casa pone orden a la vivencia del entorno, el paisaje se filtra con selección intencionada. Quien lo percibe desde el interior en los diversos recorridos o en forma estática lo percibe graduado, seguro, cercano y lejano a la vez .
De la relación figura fondo muy clara y definida se desprende la calma que facilita la celebración del hogar.