CASA VIVARIO
Premio de participación: Premio Nacional
Categoría de participación: Vivienda Unifamiliar
País de representación: Ecuador
Autores:
Arq. David Vásconez Noboa
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Arq. Mariela Monar
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Sr. Matias García
Memoria
CASA VIVARIO
Iluminada por el sol ecuatorial, en la parte alta de una loma con fuerte pendiente positiva en las faldas del macizo de Pambamarca, se halla Casa Vivario. Su posición elevada y su orientación este-oeste se materializan en forma de una vista panorámica a lo largo del vasto corredor interandino.
A primera vista la casa está compuesta por dos volúmenes. En el lado norte se expresa la vivienda principal: área social abierta, sala-comedor-cocina, sobre la cual se halla la suite principal y dos habitaciones adicionales. En la cara sur hallamos espacios complementarios: el cuarto de lavado y costura, una habitación de visitas, el estudio y una habitación extra de fácil accesibilidad, directamente desde el elevador, para moradores de la tercera edad o con baja movilidad.
En la parte central se halla el corazón de la casa, un espacio que comunica ambos volúmenes por medio de puentes, uno alto y otro bajo, que cruzan sobre lecheros, enebros y filodendros. El Invernadero es la entrada principal de la casa e invita a la naturaleza a ser parte del hogar.
La Casa Vivario busca trascender la importancia de los jardines en la vida del ser humano, la vegetación no sólo es un ornamento, sino que es la esencia de las dinámicas sociales que el espacio propone.
Para sostener al Invernadero se idearon otros sistemas de apoyo como respuesta para los desafíos de esta propuesta. Se solucionaron problemas en cuanto al riego de jardines, el paso de luz y la temperatura.
El proyecto fue diseñado como una gran trampa de agua, tanto de lluvia como la que se usa en duchas, cocina y lavabos. A través de tres tanques cisternas y dos procesos de retención de lodos y grasas, se logra dar varios usos al agua; egresando de la casa únicamente por la evacuación de inodoros y por evaporación tras el riego de jardines.
La casa, al posicionarse tres kilómetros al sur del paralelo cero, permite un juego de luces y sombras único. Para controlar el paso de sol se pensó en la Nube, una estructura compuesta por varias grillas modulares, con distintas densidades, de tal forma que proporcione sombra diferenciada de acuerdo con su ubicación. Además, gracias a un lucernario y un juego de prismas, se descompone la luz perpendicular en el espectro de colores completo con lo cual, a ciertas horas del día, se baña un jardín de bonsáis al interior de la habitación principal.
A nivel de la calle se cavó un túnel que penetra treinta y seis metros en la montaña y llega a un elevador que da fácil acceso hasta la planta social de la casa. Esto se presentó como un desafío por el tipo de suelo, de origen volcánico, con una gran tendencia a la erosión. El resultado también cumplió un segundo propósito: la ventilación natural que entra por el túnel y sube por el ducto de ascensor sirve como un sistema de enfriamiento natural útil para desalojar el aire caliente que se genera en el Invernadero.