Conjunto KAIA

Premio de participación: Premio Nacional
Categoría de participación: Vivienda Multifamiliar
País de representación: Ecuador
Autores:
Arq. Patricio Caamaño
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Arq. José Daniel Terán
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Arq. Juan Pablo Jiménez
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Arq. Christian Endara
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Arq. Soledad Orozco
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Arq. Angelo Romero
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Arq. Vicente Frías
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Arq. Héctor Bonilla
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Arq. Estefanía Lasso
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Ing. Sebastiano di Maggio
Memoria
El conjunto residencial KAIA es un proyecto emplazado en un entorno complejo, al que se adapta, tanto en sus condicionantes urbanas como naturales, al mimetizarse con el sitio y permitir una transición progresiva entre lo construido y el paisaje.
El proyecto multifamiliar está ubicado en Quito, sector de Lumbisí, ahí se da un marcado contraste en cuanto a densidades urbanas. Por un lado, se encuentran viviendas unifamiliares, implantadas en lotes de grandes proporciones, en los que sobresale la cantidad de áreas verdes. Y contrario a esto, hacia el valle de Cumbayá, se encuentran destacadas intervenciones urbanísticas de alta densidad, que incluyen servicios, equipamientos y viviendas. En este contexto, la situación de borde urbano en que se encuentra el lote, destaca un requerimiento implícito de responder a modo de transición entre densidades opuestas.
La siguiente condicionante para el desarrollo arquitectónico, fue el satisfacer los requerimientos financieros para un proyecto inmobiliario, con un área de 8900m2. Para lo que se plantearon estrategias de diseño direccionadas en la percepción del espacio a una escala humana, y la incorporación de vegetación en amplias áreas abiertas vinculadas siempre a las viviendas.
Incorporar el concepto de transición al espacio físico, se realizó por medio de un análisis contrastado de la capacidad de edificabilidad normada en el predio, y sus cualidades físicas naturales. Definiendo como estrategia principal de diseño, la ocupación progresiva de espacios construidos con áreas verdes.
A partir de lo mencionado, se elaboró un planteamiento formal, emplazando doce casas unifamiliares de configuración pareada hacia el Oeste del lote, relacionado con casas vecinas unifamiliares de baja densidad. Mientras tanto al Este se implanta una barra de departamentos, con veinte y nueve unidades, que están relacionadas a una urbanización vecina con una barra de casas unifamiliares con una alta densidad.
La topografía fue fundamental para fortalecer la percepción a escala humana del proyecto; con una pendiente negativa desde la vía de ingreso, se conformaron tres plataformas con poco más de medio piso de diferencia en altura. Así, la barra de departamentos se implantó en la plataforma más baja. Seguido por la plataforma media, en la que se encuentran agrupadas ocho casas con una vía independiente, y rematando con cuatro casas ubicadas en la parte más alta del lote relacionadas al entorno inmediato.
Morfológicamente la barra de departamentos rodea un jardín central en el que se encuentra un alto árbol proporcional al edificio, una piscina y un solárium, todos comunales, así el edificio refuerza la jerarquía es este espacio abierto vegetal, corazón del proyecto. La composición del objeto arquitectónico incorpora, trasladando entre niveles, elementos formales como volúmenes de piedra incrustados, muros de hormigón y paredes de madera, que bajan la escala del edificio.
En cuanto a las casas, se planteó como estrategias el ritmo y la asimetría, para que a pesar de ser casas tipo, no se produzca una sensación monótona. Las casas agrupadas entre dos, proporcionándolas a la escala del entorno, manejan elementos compositivos asimétricos e invertidos, replicadas con un ritmo que mantiene la armonía del conjunto.