Edificio Administrativo para Asada Santa Rosa y Guatemala
Premio de participación: Premio Hábitat Social y Sostenibilidad
Categoría de participación: Arquitectura Sostenible y Eficiencia Energética
País de representación: Costa Rica
Autores:
Arq. Franklin Arrieta Mosquera
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Arq. Cesar Andrés Espinoza Díaz
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Ing. Jefrey Cubero Jimenez
Memoria
El proyecto surge por la necesidad de realizar un espacio de oficina por parte de la Junta Administrativa de la Asada con el objetivo de que el mismo los representase como un acueducto rural amigable con el ambiente y los recursos naturales; esto, por ellos ser garantes de agua potable en una zona donde el agua es un recurso sumamente importante y en épocas de verano muy escaso por la gran demanda que implica el sector costero y agrícola del cantón de Santa Cruz. Por tanto, con este ideal se proyectó un elemento arquitectónico autosustentable y amigable con el entorno a través de sistemas emergentes que permitieran conllevar una política de ahorro hídrico y energético, tomando en cuenta factores importantes a través de las estrategias pasivas que nos permitieran el aprovechamiento de la brisa marina y los vientos veraniegos. La recolección de agua de lluvia en el invierno y el almacenamiento de agua potable mediante un sistema “EKOMURO” que se integró a las paredes con el objetivo de que el mismo funcionase como un condensador natural para apaciguar el arduo clima cálido- seco con el que cuenta la zona de Guanacaste y así propiciar la ‘’NO’’ utilización de elementos mecanizados como las unidades de enfriamiento que son grandes demandadores del consumo energético en la región.
Dada las condiciones de forma de la propiedad; la cual es angosta y alargada, se consideró estratégicamente generar 2 volúmenes separados y desfazados paralelamente para contener el programa arquitectónico hacia lo longitudinal, buscando la mayor optimización de la ventilación y la iluminación natural en todos los aposentos. Pero teníamos un gran reto por la orientación norte-sur, ya que le estábamos dando la mayor exposición de incidencia solar a las fachadas longitudinales este y oeste, por lo que decidimos no generar ventanas en la fachada oeste especialmente y colocamos el área de bodega y cocina sobre ese módulo tomando en cuenta que es un programa de poca frecuencia o estadía, sin embargo, al no tener ventanas, nos abrumaba la confortabilidad de este espacio. Esto nos llevó a buscar una alternativa para trabajar una piel permeable a través de celosías de madera que nos permitiesen mantener una constante corriente de aire interna y externa y la mayor cantidad de iluminación natural indirecta, por lo que al final esto nos condujo a realizar todas las fachadas de manera uniforme en ambos elementos, permitiéndole al aire circular transversalmente y al mismo tiempo aperturando todo el edificio sin ser un elemento abierto visualmente; fue lo que nos ayudó a mantener la privacidad desde todas las aristas y una mejor adecuación térmica en todo el edificio.
También, se tomaron en cuenta sistemas de construcción y prefabricación autóctonos como buenas prácticas constructivas para el edificio, las cuales desarrollaban nuestros antepasados en las construcciones de casas de estas zonas para favorecer aún más la confortabilidad interna, tales como los pilotes para reducir la huella del edificio y crear una cámara de aire inferior que permitiese una temperatura constante en el interior del edificio.