El proyecto está ubicado en la zona de protección del centro histórico de la ciudad de Loja – Ecuador, en donde la vivienda ha quedado relegada por la presdencia de lugares de comercio. La intensión del proyecto es recuperar y aprovechar un vacío urbano de la ciudad generando una edificación que permita reactivar el sitio mediante diversidad programática y la creación de un espacio público de calidad para integrar a los ciudadanos. La propuesta se resuelve a través de un planteamiento pensado en la ciudad y en las personas, en donde los usuarios son los protagonistas, cuya composición arquitectónica se resuelve desde la función, la forma y la materialidad de la edificación, en relación a las necesidades del sitio. El proyecto se define mediante la estrategia de permeabilidad que permite la conectividad del proyecto con su entorno y la continuidad del espacio público por lo que se proyecta hacia el interior un espacio de interacción social, flexible para albergar diferentes actividades y acoplarse a las necesidades de los usuarios, este espacio conecta los diferentes programas que alberga la edificación lo que permite la generación y potenciación de la vida urbana. La vivienda se inserta de forma que asegure la población permanente del edificio generando actividad a toda hora, el comercio como dinamizador del proyecto permite dar intensidad al proyecto; el programa de trabajo, oficinas y talleres se inserta con el fin de aportar movimiento constante de usuarios diariamente y, finalmente el espacio público como clave para la generación de urbanidad con espacios de estancia y de recorrido. Con la finalidad de lograr un orden y flexibilidad en los espacios, la estructura se resuelve con pórticos de estructura metálica; para la envolvente se plantea una piel de vidrio con la finalidad de conectar directamente al edificio con el entorno y aprovechar las visuales desde y hacia el sitio, en donde los retranqueos permiten controlar la incidencia solar en los espacios interiores del proyecto y se utilizan también paredes de mampostería en los sitios que deben cerrarse hacia el exterior. Con ello, la disposición de los materiales genera orden en la composición formal de la edificación. El edificio soluciona una problemática de ciudad, en donde las decisiones proyectuales y variables que se consideran en la propuesta permiten la convivencia con las pre-existencias y se adecuan al espacio y al sitio de emplazamiento del proyecto que corresponde a una zona consolidada de la ciudad de Loja.