Escuelas indígenas EPM

Premio de participación: Premio Hábitat Social y Sostenibilidad
Categoría de participación: Hábitat Social y Desarrollo
País de representación: Colombia
   Autores: 
Arq. Horacio Valencia Corrales
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Arq. Manuela Morales Guzmán
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Arq. Astrid Liliana Valencia Moscoso
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Arq. Nilton David Loaiza Agudelo
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Ing. Santiago Zapata Henao

Memoria

Aprovechando la madera de los bosques de las centrales hidroeléctricas de EPM, y a través de una metodología de diseño participativo desarrollado con los habitantes de cada resguardo indígena del Dpto. de Antioquia, se obtiene un resultado con el cual los pobladores se sienten identificados, respondiendo tanto a la visión ancestral como al proceso de adaptación de la cultura a la contemporaneidad. Como resultado del taller de imaginarios con la comunidad, se obtienen unas premisas de diseño que son para los arquitectos, una guía de diseño durante el desarrollo del proyecto. Según esto, para la escuela de la comunidad Indígena Emberá se obtuvieron premisas tales como planta circular, niveles, espacio principal libre, techo cónico, fachadas tejidas, y funciones separadas, es decir, los servicios independientes respecto al aula principal. De acuerdo con lo anterior, a partir de la forma aparentemente circular de dos módulos de 12 y 16 lados respectivamente formando un “tambo”, se genera en uno de los módulos un espacio central para el uso principal de clases y en el otro modulo un espacio central de restaurante. En los bordes de cada uno de los módulos de manera independiente se agrupan los servicios y entre estos se generan vanos profundos abiertos que son aprovechados para realizar una serie de “tejidos”. Así mismo, en altura se generan tres niveles sugeridos en el taller por parte de la comunidad, los cuales son el espacio palafítico que separa el suelo y el nivel habitable, el Deakadebema (espacio para los animales); luego el espacio habitable, el Debema (espacio para las personas); y finalmente el espacio cónico de la cubierta, el Iterebema (espacio para los alimentos). Los vanos abiertos de fachada se generan según la zona para el control del clima, y se aprovechan para que la misma comunidad a través de tejidos realicen la imagen gráfica de su cultura. Bajo la misma metodología se realiza la escuela de la comunidad indígena Senú. Aquí, las premisas de diseño fueron planta rectangular, cubierta a dos aguas, piso a nivel de terreno, tejidos con símbolos Senú y sistema modular, entre otros. Aquí, lo primordial era generar a partir de una nave rectangular un espacio adaptable a diferentes usos tales como el salón de clases y los espacios de servicio. Adicionalmente, y debido a que estos resguardos se ubican en zonas de clima caliente y tropical, la cubierta se plantea en cerchas “separándose” de los cerramientos para generar un espacio de libre circulación de aire y ventilación, y los cerramientos se plantean con diferentes texturas y aperturas dependiendo de la necesidad también de ventilación para cada espacio. Es claro que ambas tipologías, obedecen a premisas formales muy distintas, sin embargo, el programa se enfatiza en la metodología aplicada para llegar al diseño arquitectónico final, de una manera participativa y activa entre comunidades y diseñadores, por medio de talleres conjuntos que permiten un resultado que pretende enaltecer las culturas indígenas y su calidad de vida a través de la forma y el espacio.

Ubicación