Espejo Escandón
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Intervención en Arquitectura no Patrimonial
País de representación: México
Autores:
Arq. Héctor Delmar Albarrán
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Memoria
Ubicado en el corazón de la histórica colonia Escandón en la Ciudad de México, este proyecto consiste en la recuperación y restauración de un edificio de vivienda multifamiliar construido en 1949. La estrategia de diseño fue adaptar los 21 departamentos al estilo de vida contemporáneo interviniendo los servicios, además de la renovación de áreas comunes y amenidades mediante el diseño del paisaje.
La fachada se intervino sutilmente con tres estratos que responden al nuevo programa arquitectónico interior. En la planta baja, un basamento de terrazo en color negro arraiga al edificio con la ciudad. El primer nivel se mantiene respetando la modulación original. El remate superior fue modificado con abocinados en color dorado que acentúan la doble altura de los penthouses y le dan un carácter elegante. Al acceder al edificio, se logra transmitir el valor histórico y artístico del inmueble, dejando a la vista su temporalidad en los pasillos y escaleras.
Durante la remodelación se respetó la austeridad del edificio, y se dejaron a la vista testigos en muros, losas y pisos que muestran el sistema constructivo y la historia de quienes lo habitaron, haciendo que éstos formen parte de la configuración
de interiores y el resalten el amueblado. Para diferenciar lo nuevo de lo existente se utilizaron elementos arquitectónicos redondos que contrastan con el rigor ortogonal del edificio original. Se intervinieron puntualmente las cocinas, abriendolas al área social e integrando equipos del del habitar contemporáneo como lavadoras, microondas y refrigeradores.
Los interiores destacan por los materiales y texturas que fueron restaurados, como los mosaicos de pasta originales,
que son distintos en cada departamento; y las herrerías de las ventanas. Algunos elementos fueron añadidos,
como escaleras helicoidales en los penthouses y balcones hacia los cubos de ventilación convertidos en jardines,
aumentando el área vendible y habitable de la configuración original.
Para dar identidad y carácter a los interiores, el mobiliario se seleccionó distinto para cada vivienda, complementando los pisos de pasta de colores en contraste con los tonos blancos y negros de los muros y patios. Para esto se usaron muebles de diseño artesanal mexicano contemporaneo.
La azotea se convirtió en el área protagónica del edificio, transformando lo que eran los lavaderos y tendederos en un jardín comunitario para los nuevos residentes con un programa diverso que incluye: huerto urbano, asadores, un jacuzzi un área de juegos, una sala exterior, un bar y una fuente.
Este espacio exterior refleja la intención y filosofía de los autores, respetando las existencias e integrando nuevos elementos. La fuente se diseñó interactiva, creada a partir de los lavaderos originales con tuberías de cobre que se accionan mediante un sistema de compuertas y manerales desviando el paso del agua. En el centro de este jardín se levantó una estructura reticulada de madera que recuerda el sistema constructivo del edificio techando parte del diverso programa que ofrece el jardín.