GTA
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Intervención en Arquitectura no Patrimonial
País de representación: México
Autores:
Arq. Ana Victoria Pérez Gil Ramos
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Arq. Saúl Joaquín Figueroa Orendain
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Arq. José Luis Fajardo Trujillo
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Arq. Edgar Sandoval
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Ing. Roberto Ulises Vázquez Martínez
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Ing. Ernesto Sandoval García
Memoria
El proyecto comprende la intervención de cinco bodegas dentro del Mercado de Abastos de Guadalajara. Inserto en una manzana de bodegas destinadas a la distribución de fruta, atiende a la necesidad de generar un centro operativo que cuente con oficinas, bodegas frías y área de exhibición para el producto. La preexistencia con la que se trabajó, acumuló al pasar de décadas construcciones remediales que fueron entorpeciendo el uso, así como deteriorando la estructura e imagen de estas bodegas. La intervención se enfocó en consolidar un orden de uso que vinculara de forma lógica los distintos programas solicitados, así como en depurar la preexistencia hasta el punto donde la estructura del proyecto original de bodegas, generado en 1966, pudiera apreciarse y consolidarse como punto de partida. De esta manera, se restauró la estructura de concreto original, buscando liberar las cubiertas y promoviendo la iluminación natural en los espacios generales a través de planos traslucidos conformados por vitroblock.
La planta baja se vincula directamente con el andén general de uso común del Mercado de Abastos, recibiendo el flujo de comerciantes a través del área de exhibición, que se resuelve en un espacio a doble altura iluminado con luz natural que funciona como filtro al dinamismo que ocurre diariamente en el andén y el mercado en general, al mismo tiempo que vincula áreas de bodegas frías, cobranza/operaciones y acceso a oficinas en planta alta. Las escaleras que llevan a oficinas en planta alta se emplazan rompiendo con la geometría ortogonal de las bodegas, consolidándose en un núcleo de concreto cerrado, hermético, el cual se perfora en puntos específicos de la cubierta generando pequeñas entradas de luz natural, siendo esta la preparación entre planta baja y planta superior a través de la penumbra.
En la planta alta, destinada a oficinas, se logra mantener libres las cubiertas inclinadas de concreto en el área general mediante la configuración del espacio a través de módulos y estaciones de trabajo de carpintería que mantuvieron una cota de nivel baja, y de los cuales se desprenden todas las instalaciones necesarias, logrando que ningún elemento independiente a la estructura tocara los techos.
En la preexistencia de planta alta sucede otra condición estructural, con losas de concreto planas. Esta área donde anteriormente ocurrían espacios de almacenamiento de producto, se destinó a servicios de comedor y baños en un extremo y direcciones generales al otro. En estos se aprovechó la generosidad de altura que requería el programa anterior para jerarquizar los espacios.
La intervención presenta al concreto en su estado natural, llevándolo a ser el material que relaciona la estructura original (concreto restaurado) con los nuevos elementos estructurales, pisos y topografía integrada en planta baja a modo de mobiliario de exhibición; todos ellos realizados en concreto aparente. La elección del concreto considera la utilidad de limpieza y durabilidad necesarias para el contexto de mercado. Así el concreto y la madera pasan a ser los materiales que configuran el grueso del proyecto, cambiando su rol y su relevancia según el uso del espacio.