Hábitat Regenerativo: Proyectando el Edificio Vivo. En los últimos años, se ve reflejado una tendencia de edificios “ecológicos” que va en crecimiento en la industria de la construcción; sin embargo, cuando se observa el pequeño impacto que tienen estas construcciones sobre el cambio climático, se puede entender que el avance que se ha tenido en construcciones sostenibles aún no es suficiente. El verdadero reto es ver más allá de la sostenibilidad y dar un paso al cambio regenerativo, con proyectos que sean resilientes con el hábitat ecológico sin romper el ciclo del entorno y que vuelva cada proyecto un desafío, con un edificio regenerativo que tenga impacto cero sobre el ecosistema que se construye, e incluya a la comunidad como parte de un cambio social. El proyecto se ubica en La Argelia, una parroquia de Quito, que presenta rasgos de urbanización informal, en donde, a través de los años el residente se ha visto en la necesidad de crear su propio territorio; esto ha desembocado en sucesos donde prima la contaminación, el ruido y el mal uso de los elementos del paisaje que afectan a la vivienda como el elemento gestor de la urbanización. En estos asentamientos, los tipos de vivienda van desde la agro-producción como la huerta familiar hasta la vivienda productiva, en donde los residentes practican el trabajo desde casa o lo destinan al arriendo y uso en oficios comerciales. La inflexión del proyecto en la Argelia es volver al origen, al ciclo natural, al entendimiento popular, para contribuir a un futuro socialmente justo, culturalmente rico y ecológicamente regenerativo. Como parte de una propuesta regenerativa se consideró desconectarla de la red pública de luz y agua potable, integrar a la vegetación nativa ya que otorga diferentes servicios ecosistémicos al ser humano y la especie animal; tales como albergar fauna a través de biotopos, captación de CO2, producción de agua, etc. Asimismo, le permite al entorno natural tener la capacidad de regenerar y mejorar sus características para enfrentar el cambio climático. El proyecto prevé la relación del ser humano y la naturaleza, aplicando estrategias sostenibles como el solario, muro trombe, ventilaciones cruzadas y uso de materiales vernáculos y biodegradables que permitan crear proyectos resilientes y mermen la huella de carbono. En cuanto a la tipología, el análisis de usuario determinó dinámicas de trabajo, así pues, se proyectó un área polivalente que compone espacios habitables transformables de uso productivo para crear tejidos sociales en el sector.