Intercambiador del Mesón de los Búcaros
Premio de participación: Premio Panamericano
Categoría de participación: Espacio Público y/o Colectivo
País de representación: Colombia
Autores:
Arq. Giancarlo Mazzanti
|
Arq. Luz Rocío Lamprea
|
Arq. Jairo Ovalle
|
Arq. Maria Fernanda Pizarro
|
Arq. Daniel Castro
|
Arq. Alejandro Rodríguez
|
Sr. Alejandro Arango (Fotografo)
Memoria
El intercambiador del mesón de los búcaros se encuentra en la intersección de la Carrera 27 con la Avenida Quebrada Seca en el municipio de Bucaramanga. Es un sitio de tránsito entre el Oriente, la Costa Atlántica y el Centro país, lo que lo convierte en una puerta urbana, y un lugar con potencial simbólico para la ciudad. Este espacio, anteriormente denominado glorieta, se designó como espacio público efectivo por su potencial, que radica en la capacidad de relación urbana dada su estratégica posición en la ciudad por ser un punto de paso y conexión vial de gran importancia. No obstante, también significaba un punto potencial para el peatón, siendo un lugar medio entre equipamientos de importancia con espacio público como el parque de los niños y el parque del agua, así como el centro tradicional, conectando hacia Hacia sur el Parque de Mejoras Públicas, Áreas comerciales y la Autopista que conecta con el Área Metropolitana.convirtiendo la transformación de este punto urbano estratégico para generar un valor urbano y simbólico a la ciudad.
El mesón de los búcaros nace como un lugar integrador del espacio público con la infraestructura vial existente, generando conexiones peatonales efectivas y accesibles para conectar los bordes de las manzanas circundantes con el parque al interior del óvalo central, garantizando su uso como lugar de paso así como parque de actividades múltiples. Anteriormente, este sector no contaba con un espacio urbano configurado, teniendo problemas funcionales vehiculares y así mismo generando conflictos en la movilización peatonal de la población, la cual solo empleaba este sitio como de paso, al no haber un espacio configurado para la permanencia de las personas locales o visitantes. Igualmente, a pesar de estar rodeado de importantes equipamientos de escala urbana no establece relaciones entre estos, dejando la lectura de la ciudad fragmentada, rompiendo con los flujos peatonales que permitieran la generación de actividades. Así se propuso un sitio de permanencia y de lúdica, que integra a los diferentes equipamientos que lo rodean y que permite abrir el espacio público hacia nuevas actividades en este sector. Su relación principal está dada para vincular los equipamientos culturales y educativos que lo rodean así como potenciar la continuidad como espacio de transición entre el Parque de los Niños y el Bulevar Bolívar, San Francisco y El Parque del Agua. A partir de la configuración de un espacio central, se propone una glorieta de planta oval, que permite que los flujos vehiculares provenientes del norte, oriente y occidente de la ciudad, así como el tráfico de carga se movilicen en superficie, y el flujo vehicular más alto proveniente del Sur por la Carrera 27 y que se dirige hacia el norte continuando por la Carrera 27 o por el Bulevar Bolívar lo hagan a través de pasos subterráneos. Al no requierir de un paso elevado, permitió crear un espacio público central visible vinculado con plazoletas, andenes y pasos peatonales que recogen los flujos más importantes y facilitan su continuidad a través de este nuevo espacio público.