Intervención en el Hotel Quito. Nuevas Unidades de Vivienda

BAQ2022
Premio de participación: Premio Medalla de Oro Trabajo Último Año
Categoría de participación: Intervención
País de representación: Ecuador
   Autores: 
Sr. Jorge Estefano Herrera Sánchez

Memoria

El Hotel Quito fue el primer hotel de lujo construido en la ciudad capital por el arquitecto Charles Mac Hirahan, en el año 1960, siendo así parte de las reformas urbanísticas del expresidente Camilo Ponce. El área que ocupa actualmente el hotel y su zona aledaña era conocida popularmente, hasta la década de 1950 como La Pata de Guápulo, pues allí comienza el sinuoso descenso al pequeño valle que alberga esta histórica comunidad homónima. En los últimos años se han realizado intervenciones ilegales dentro del hotel, afectando así el patrimonio arquitectónico que representa, además la empresa dueña del Hotel plantea derrocar el ala sur del mismo, con el fin de realizar una torre de más de 25 pisos de alto. Se puede observar posibles proyecciones de cómo sería el resultado de efectuar todas estas propuestas únicamente de densidad poblacional. Sin tomar en consideración otros factores como el perfil urbano, el patrimonio arquitectónico y urbano del sector. Así como también la evidente falta de preocupación por el tipo de suelo, que al tener demasiades edificaciones grandes perdería sus características estructurales, convirtiéndola en una zona de riesgo. Por el contrario, esta propuesta de intervención en el Hotel Quito, busca dar una solución de reactivación económica y social en el sector, generando nuevas unidades de vivienda, para lograr una reestructuración en la densidad poblacional del hotel de manera horizontal, evitando una alteración drástica del perfil urbano. Con esta propuesta además se obtiene una reactivación de la calle Francisco de Orellana, y se otorgando una mayor Jerarquía a la esquina que se enfrenta a la Plaza Abraham Lincoln. Se busca integrar lo nuevo con lo patrimonial, logrando que se pueda circular a través de todo el proyecto mediante sus cubiertas, que también se transforman para albergar usos comunales. En la planta baja se busca conectar la Av. Francisco de Orellana con la Av. González Suárez, de la forma más corta posible, por lo que se genera un vacío que permite articular estas 2 vías peatonalmente. La intervención se conecta a través de un ligero toque en el final del ala sur, aprovechando la circulación vertical para unir los 2 elementos.

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