LA CASA DE LOS VACIOS

Premio de participación: Premio Nacional
Categoría de participación: Vivienda Unifamiliar
País de representación: Ecuador
   Autores: 
Arq. Juan Pablo Astudillo Cordero
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Ing. Patricio Cevallos

Memoria

mueble, un nuevo “habitar” o un trans-bitar, es decir, un habitar trascendente, que tiene consecuencias y muchas veces lo hace desde el rechazo a las seguridades y certezas. Un intento por alterar las dualidades, los bordes y los márgenes, por generar un sentido propio y transformar las relaciones con el espacio y las arquitecturas, reconocer los procesos por sobre los productos, una casa inacabada o en constante cambio desde la reprogramación, la circunstancialidad, los ciclos, el tiempo y la vida. Un proyecto que no segrega ni especializa, más bien relaciona, conversa y acuerda, pone en crisis lo humano desde las costumbres e invita a observar y hacer nuestros los ciclos y los seres, una casa de todos, del sol, la lluvia, el día, la noche, la luna, el fuego, el agua, la tierra, las plantas, los animales, las piedras, el viento, el calor, el frío, las personas, los niños, los viejos y entre ellos todas las escalas. La casa se vuelve entonces un vacío, habitado en el tiempo y por tiempos, desde la necesidad del promotor, las lógicas e incertidumbres del proyectista, los materiales, los maestros, los visitantes, los convivientes y en esa cadena, cada uno de nosotros la vivió y la abandono, pero ella, la casa, nos trasciende. Es la contradicción a las realidades mundiales del capitalismo, al distanciamiento del poder que vuelve nuestra condición humana inhabilitante, individualista y frenética, puesta en evidencia en la pandemia y en un mundo que necesita de interconexiones, de autosuficiencia doméstica, de autodeterminación, de transformación urbana, social y ambiental. La casa se convierte entones en una denuncia de las inequidades y a la vez nos invita a luchar por las igualdades y las oportunidades, por un mundo de pequeñas cosas, de cercanías, de vecinos, de la soberanía alimentaria, del trabajo justo, de la casa y el barrio como espacios de las libertades reales y los sueños, de la participación. Los sistemas constructivos, la artesanía, la generación de empleo local siempre serán un valor de desarrollo social, un tema de economía circular y de industria 4.0-5.0 pero sin inteligencia artificial y sin digitalización, siendo productores y no consumidores. En esta ocasión lo hicimos desde la Tierra y el Tapial, un sistema de una limpieza sin igual, sin deshechos, sin contaminación, sin residuos y además con muy poco consumo energético y menor huella de carbono, la cubierta se realizó con madera, carrizo y tensores de acero para evitar apoyos intermedios, reforzando la idea de vacío. Las ventanas son de madera y los pisos de ladrillo, las divisiones son móviles y flexibles, marcos de madera y enchapados. Una casa hecha y pensada con las manos, griferías, mesones, chapas de puertas, etc. fabricadas en casa y para casa. “La materia prima de la arquitectura son los problemas y estos se resuelven no solo con arquitectura.”

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