LA CASA QUE BUSCA MIRAR AL CIELO: Ubicada en la ciudad de Caracas, Municipio Baruta, se localiza una vivienda unifamiliar de los años 60, llamada Quinta San Judas Tadeo, con un área neta de 863 m2, la cual hemos intervenido para crear una interesante propuesta, que además de brindar un estilo moderno y sobrio, crea una relación constante, entre hombre- tiempo y espacio, en donde la luz natural, nos invita a contemplar el cielo y hacer de estos espacios episodios que van cambiando según las horas del día, la puesta del sol, el clima y los meses del año. Permitiendo llenarlos de magia, de luces y sombras como si se llenara de vida, a partir de un majestuoso espacio central, protagónico, como el corazón de la vivienda. La comunicación del espacio con el hombre es muy particular dentro de esta casa. La condición original, no permitía suficiente entrada de luz natural, las área eran sombrías y el centro contenía un pequeño espacio a doble altura interrumpido por un puente que atravesaba por delante de la escalera, para conectar el ala norte y el ala sur del piso 1. Indiscutiblemente, en la intervención se le dio solución a este problema, eliminando dicho elemento y liberando la escalera y la doble altura, creando una ampliacion, por detrás de la escalera, para conectar las habitaciones en dicho piso. La solicitud por parte del cliente fue habilitar el techo, para ello realizamos la construcción de un nuevo módulo de circulación vertical, conformado por dos escaleras fabricadas en estructura metálica y cristal, que conecta el área de las habitaciones en piso 1 y la terraza, el cual tiene una hermosa vista de la ciudad de Caracas. Entre los cambios estructurales realizados, se tienen rotura de placa de techo, para obtener el espacio a triple altura, construcción de vigas auxiliares en piso 1 y terraza y una columna auxiliar, con estas intervenciones, logramos estructurar el nuevo espacio central. Los cerramientos se realizaron con estructura metálica y cristal transparente, permitiendo disfrutar del hermoso cielo y del juego de luces y sombras, sin restar protagonismo al espacio central. Entre los cristales y la estructura metálica, se colocaron soportes de acero para permitir la salida del aire caliente y mantener un clima fresco dentro de la vivienda. La triple altura contiene un techo liviano, en estructura metálica, cuya iluminación artificial, consta de luces embutidas, tipo ojo de buey, simulando la constelación de estrellas (personalizado para el cliente con su signo zodiacal). El mismo, se combina con una pérgola, que permite contemplar el cielo desde la parte interna, arrojando luces y sombras en el espacio interior, del lado este de la vivienda, creando un juego cinético que se vuelve un tema constante en los espacios principales de la misma. Convirtiéndose en un punto energético y refrescante, que permite conectarnos con nuestra divinidad o espiritualidad a través de la luz y el cielo.