El Laboratorio Urbano del Circuito Cumbayá, fue el primer prototipo ejecutado exitosamente en Quito Aunque su objetivo inició como una medida frente a las repercusiones económicas producto de la pandemia, el proyecto tomó otra relevancia: la importancia de apropiarse del espacio público. Con una propuesta basada en el placemaking, la experimentación y la acción a través de la colaboración, el proyecto piloto pacificó y peatonizó calles del centro histórico de Cumbayá todos los fines de semana durante 11 meses, con el fin de que los comercios y negocios a pie de calle aumenten su aforo al aire libre, las personas tengan espacio de recreación y sea una oportunidad para generar espacios culturales y artísticos. Este proyecto permitió a la municipalidad generar una resolución para la figura de Laboratorios Urbanos en toda la ciudad. Cumbayá se ha convertido en un destino atractivo, donde conviven pobladores tradicionales, nuevos residentes, comercios y visitantes. Sin embargo, la desarticulación entre actores públicos y privados ha provocado un crecimiento desorganizado que prioriza al automóvil sobre los peatones. La pandemia empujó a revaluar este modelo y apreciar los espacios fuera de casa, la importancia de la interacción social y la necesidad del espacio público como catalizador de una dinámica colectiva. Estas condiciones dieron paso a un ensamblaje entre la comunidad, diseñadores, comercios locales y entidades públicas, lo que logró que el piloto se ejecutará. El proyecto se construyó prototipando nuevos patrones de ocupación del espacio público adaptados a las dinámicas del lugar, mejorando las condiciones del peatón. Dentro de la propuesta se realizaron diferentes iteraciones de la circulación de peatones, automóviles y bicicletas en el montaje. Bajo la lógica del proyecto, la fabricación digital funcionó eficazmente para probar de manera rápida y accesible varios componentes de la implementación. La señalización ejecutada delimitó el área de intervención brindando también información del proyecto. Sirvió para construir espacios de estancia y recreación. También se usaron plantillas como herramienta para que la comunidad co-diseñe los patrones de pacificación vial. Los vecinos activaron el lugar pintando juegos sobre las calles y creando canchas temporales en un ambiente seguro para todos. La participación ciudadana fue clave para hacer frente a la falta de infraestructura peatonal y espacio público. Asimismo, para alcanzar que el vecindario sea más habitable, se gestionaron auspicios que permitieron a los residentes de la calle Eloy Alfaro pintar sus fachadas y lograr, a lo largo de la intervención, colocar maceteros con plantas, instalar esculturas, paraguas y banderines decorativos. Esto convirtió al espacio público en escenario para presentaciones musicales, concursos, activaciones, conversatorios y talleres gratuitos. La actividad cultural y la participación ciudadana en el espacio público generaron espacios de encuentro y las calles se llenaron de vida. Al mismo tiempo, la premisa de Hazlo tu Mismo, permitió la personalización del espacio y el empoderamiento de los habitantes. Mientras que la naturaleza de prueba y error del proyecto, facilitó la constante evaluación de sus elementos, logrando demostrar el potencial de una intervención permanente futura en el Centro Histórico de Cumbayá.