Lagalá es una casa de conceptos que reúne negocios, moda y arte en un inmueble en el centro histórico de Mérida. Toma su nombre de Gala Éluard, musa de Salvador Dalí; y los números hacen referencia a la calle 56 y el número del predio: 426.   El edificio de inspiración francesa, fue construido cerca de 1910 y posee un estilo ecléctico porfiriano. Tuvo varias adaptaciones a lo largo de los años (casa habitación, herrería y panadería), las cuales afectaron la estructura e instalaciones y lo tenían en un estado de abandono decadente.   La estrategia opta por enfatizar la presencia de elementos contemporáneos necesarios para permitir nuevos usos: una boutique de ropa, un restaurante, tres salones de arte, una sala de conferencias y una terraza abierta; todos apoyados en un concepto consistente que los integrara al edificio sin dañar la esencia de este.   La calidad ecléctica del edificio se reveló a través de la recuperación de materiales y elementos constructivos originales que anteriormente se encontraban ocultos tras capas de acabado, y añadiendo nuevos elementos de estética contemporánea, enfatizando así el contraste entre pasado y presente.   Para mantener la coherencia entre los diferentes elementos utilizamos el arco de medio punto como concepto integrador. Este fue utilizado en el mobiliario, la herrería y la identidad gráfica.   Para complementar el programa se diseñó un anexo al edificio original que permitiera albergar las áreas administrativas. Este nuevo volumen, separado del original se expresa de manera silenciosa, para enfatizar la calidad arquitectónica del primero.   La intervención arquitectónica, el interiorismo, el diseño de mobiliario.a medida e iluminación se conjuntaron para ofrecer un concepto estético novedoso con una estetica distintiva. Entre los materiales predominantes encontramos madera natural, terrazzo, herrería con cristal y concreto pulido. La paleta de color con tonalidades esmeralda, azul, ciruela y dorado crea un ambiente misterioso y acogedor al interior del edificio.   En la planta baja encontramos el restaurante de cocina contemporánea tradicional Te Extraño, Extraño, y en la planta alta encontramos IMOX curated boutique, ambos espacios se reconfiguraron a través de una propuesta de mobiliario que genera un recorrido gradual. Se diseñaron todos los aparadores, vestidores, lámparas, iluminación y patrones en el piso.   Además de ser un resultado estético, la restauración de LAGALÁ es un procedimiento de transformación en donde participaron más de 50 personas y la labor constructiva tomó más de un año.   Lagala es un ejercicio de integración formal.