El proyecto tiene como concepto de diseño urbano el reponer a la ciudad de un espacio verde que por circunstancias históricas acabo en el abandono, la aridez y la inhabitabilidad. Dicha reposición permitirá articular ahora edificios históricos como la Iglesia del Carmen o el antiguo Museo de Bellas Artes, con construcciones contemporáneas de estilo revival o temáticas pero bien integradas como el Cosmovitral o los edificios públicos gubernamentales recubiertos de tezontle rojo. Para cumplir con la premisa de integración espacial en el plano horizontal se ha decidido aprovechar el desnivel producto de la demolición del actual estacionamiento (dañado en su integridad estructural) y aprovechar ésta condición para enterrar los edificios que impone el programa. El proyecto tiene como concepto de diseño urbano el reponer a la ciudad de un espacio verde que por circunstancias históricas acabo en el abandono, la aridez y la inhabitabilidad. Dicha reposición permitirá articular ahora edificios históricos como la Iglesia del Carmen o el antiguo Museo de Bellas Artes, con construcciones contemporáneas de estilo revival o temáticas pero bien integradas como el Cosmovitral o los edificios públicos gubernamentales recubiertos de tezontle rojo. Para cumplir con la premisa de integración espacial en el plano horizontal se ha decidido aprovechar el desnivel producto de la demolición del actual estacionamiento (dañado en su integridad estructural) y aprovechar ésta condición para enterrar los edificios que impone el programa. Así nace entonces la idea de soterrar el jardín central y aislarlo del exterior, formando un enorme patio jardinado, rectangular y en esencia clásico, que geométricamente, ocupará la mitad aproximadamente del terreno. Esta decisión permite esconder las edificaciones del programa convirtiéndolas en elementos más paisajísticos que arquitectónicos. En cambio esta estrategia permite a nivel de banqueta formar dos Alamedas (alineamiento tradicional de árboles para formar un andador dentro de la ciudad) una principal alineada sobre Sebastián Lerdo de Tejada y otra sobre Santos Degollado. Ambas se formarán con Encinos siempre verdes para que en un futuro logren convertirse en árboles centenarios. Todos los encinos estarán sembrados sobre bancos de terreno vegetal y no sobre azoteas. En términos de sus relaciones urbanas, se ha decidido enfatizar la axialidad este-oeste creando dos accesos independientes; hacia el oeste sobre Primo de Verdad se ha colocado una rampa zigzagueante que invita a descubrir lentamente el jardín, de manera pausada y poética gracias que además, es un jardín de olor a la manera de Ferdinand Bac. En el extremo este se ha diseñado una escalinata monumental que enfatiza la importancia pública del Cosmovitral, la cual también cuenta con una bella arboleda de Liquidámbares. Las Alamedas permiten no modificar el transito de peatones en dicha dirección sino que por lo contrario lo dignifican y convierten en una experiencia fresca y relajante.