La intervención urbano-arquitectónico es planteada para el territorio urbano de Pedernales (cabecera cantonal), ubicado al norte de la provincia de Manabí, tiene como objetivo minimizar las problemáticas socio-espaciales y socio-económicas post-terremoto; a través de una proyección a nivel macro que integra una red de proyectos, generando una intervención urbana híbrida; y otra a nivel micro, mediante la cual se presentan diferentes propuestas arquitectónicas que aporten a las potencialidades locales. Bajo el análisis territorial se propuso dividir la cabecera cantonal en cuatro polígonos de intervención que responden a la ocupación y potencialidad local. El orden de los polígonos es en función a la evolución histórica de los asentamientos, por lo que: el polígono 1 denominado turismo, está conformado por los barrios El centro – Las Palmitas; el polígono 2 llamado vivienda y salud, se compone por los barrios Buenas Peras – Brisas del Pacífico; el polígono 3 nombrado administración y comercio, se forma por los barrios María luisa – La Gerónima; y el polígono 4 señalado como ecoturismo, se crea con los barrios Torremolinos y Nuevo Pedernales. En cada uno de los polígonos se despliega planes pilotos que funcionen acorde a las problemáticas y estrategias urbanas tomando en cuenta los ODS y los objetivos del BREAAM. Los principios formales de diseño y composición de los proyectos son: P1, la intervención del malecón parte de un criterio funcional denominado “sección replicable” en el que se plantean espacios acordes a su contexto; P2, Plaza “Buenas Peras” busca conservar la imagen urbana residencial local, destacando la celosía como elemento característico de la arquitectura pedernalense, reinterpretándola en escala y función.;P3, Rumi Plaza utiliza un elemento circular para la distribución y organización formal y espacial, mismo que permite una adaptación optima al medio natural; P4, M.360 Mirador Turístico se basa en la forma de las compotera de la cultura Jama Cuaque, creando una geometría que responde a la rivera del Río Tachína. Todos ellos unificados mediante una red peatonal verde y ciclovías. Los proyectos se componen de materiales constructivos autóctonos, ya que la intención de éstos es de poder ser desarrollados y replicados por la población, además de ajustarse al entorno inmediato y los problemas económicos existentes. De tal manera la arborización peatonal se realiza con vegetación nativa.