ENTENDER BEIRUT La historia de Beirut, que se remonta desde hace más de 5000 años, ha sido testigo del nacimiento y muerte de diversas civilizaciones. Esto ha marcado varias temporalidades donde el comercio, guerra y violencia han sido recurrentes. Como consecuencia, este constante construir y deconstruir ha obligado a sus habitantes a permanecer en un continuo despla-zamiento, lo que no les ha permitido generar una identidad permanente con su territorio. El área portuaria se interpreta como una nueva temporalidad, la cual constituye una oportunidad para generar zonas de esparcimiento que permitan crear y reforzar el vínculo que tienen los habitantes con la ciudad y entre ellos. ZONA CIUDAD – ZONA PUERTO (PARTIDO) La propuesta parte de dividir la zona de intervención en dos áreas principales. Se distingue una zona relacionada con la ciudad, donde se desarrollarán programas de: esparcimiento, comercio, residencia, administración y cultura. Esta área, por su proximidad a la ciudad, es entendida como artesanal; se ve la necesidad de un cambio de escala que establezca mejor relación con el peatón. Además, se distingue su zona funcional donde se mantendrán las actividades portuarias enfocándolas en la sostenibilidad. ZONA MEMORIAL En la zona de esparcimiento, se da importancia al área de la ruina como un eje que marca la geometría en planta y corte de la zona y sus bordes. El área verde es un elemento permanente que integra ambas zonas. Este espacio no es ajeno a su contexto, pues al igual que la geometría antes descrita, el área verde tiene como eje principal el monumento ruina del silos. CONCEPTO DEL MONUMENTO RUINA (RESILIENCIA) La explosión marcó la historia de Beirut y de sus ciudadanos, la cual está grabada en su memoria colectiva como un momento que dejó un vacío por sus consecuencias. Es así como la ruina de los silos adquiere un significado especial. Aunque es un recordatorio de este hecho, también representa un elemento que se mantuvo en pie a pesar de su cercanía a la explosión. Así, la ruina se vuelve una analogía de Beirut que, a pesar de tener antecedentes de violencia y destruc-ción, ambos destacan su carácter resiliente. Esto la convierte en un símbolo de identidad y una herramienta que ayuda a cambiar progresivamente la narrativa del pasado. Es así que se decide conservar la ruina realizando una intervención sutil externa que no la permite estancarse en el pasado, proyectándose hacia el futuro.