Los Centros Históricos han sufrido cambios a causa de varios factores, los cuales han ocasionado la pérdida de la vitalidad de las calles, las viviendas, y el espacio. Un efecto de esto son espacios residuales carentes de identidad denominados no-lugares, los cuales, mediante la intervención arquitectónica, pueden transformarse en espacios que proporcionen ventajas a su contexto. El modelo de vivienda productiva surge como la estrategia clave para promover una habitabilidad que combine, el cobijo que da un hogar, con el beneficio económico de la productividad, por ello, el objetivo de este estudio es proyectar soluciones que cambien las condiciones de un no-lugar, para que la gente por medio de su apropiación, se desarrolle en espacios de crecimiento económico e integración social. El área de estudio fue delimitada por factores como las vías con mayor tráfico del CH, la identificación de elementos urbanos significativos, y espacios donde la habitabilidad ha sido desatendida. El no-lugar seleccionado se localiza en la calle Presidente Córdova y se trata de un terreno adaptado para funcionar como un parqueadero de autos que conserva una construcción vernácula. El proyecto arquitectónico busca incorporar variedad de usos dentro de un mismo sitio a través de espacios públicos, semipúblicos y privados, ubicados estratégicamente con la finalidad de ser espacios flexibles de uso compartido entre los residentes y visitantes, sin alterar la privacidad. Es por esto que, al aplicar el modelo de vivienda productiva, se tiene como objetivo mitigar la subutilización de los no-lugares dentro del Centro Histórico de Cuenca. El proyecto se desarrolla en seis bloques intercalados con espacios y recorridos intermedios para el encuentro social y al emplear el ladrillo, se remarcan las preexistencias del sitio. El área de intervención total es de 791,10 m2, de los cuales 348,68 m2 están destinados al uso público y espacios comunales que pueden ser compartidos por los usuarios los cuales, en su mayoría, se encuentran en planta baja sin dejar de lado las plantas superiores. Todas las unidades habitacionales brindan alternativas accesibles a emprendedores o pequeñas empresas que buscan espacios de calidad que les permitan generar ingresos. Es así como la propuesta surge como estrategia de revitalización urbana, que integra la habitabilidad con el comercio para convertir este no-lugar en un espacio con identidad colectiva, que fortalezca los “microurbanismos” generados en el entorno compartido y proponga estrategias de actuación aplicables a cualquier otro no-lugar dentro de un contexto patrimonial.