Suramérica

Premio de participación: Premio Hábitat Social y Sostenibilidad
Categoría de participación: Hábitat Social y Desarrollo
País de representación: Colombia
   Autores: 
Arq. Viviana Ríos
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Arq. Nicolás González
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Arq. Tatiana Tocora
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Arq. Sofía Gamboa
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Arq. Cecilia Constain
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Arq. Paola Pabón
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Arq. Santiago Beaumé
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Arq. Carlos López

Memoria

Suramérica es un modelo de vivienda adaptado a las necesidades de su contexto, implica una lectura detenida del funcionamiento del barrio informal, las necesidades del individuo y una memoria reconocida del barrio Suramérica. Se entiende que el habitar y la vivienda están marcadas por unas dinámicas que giran en torno a algo más allá de ellas mismas, es decir, nacen desde unos centros consolidados que, en el tiempo, conciben una identidad marcada por la memoria y tradiciones del lugar. Desde la continuación de caminos estructurantes de la ciudad como el Camino de la Sal, la construcción del antiguo Tranvía y hasta la memoria de unos oficios artesanales desde la comunidad Salesiana llevan a concebir la ciudad como extensiones y complementos fundamentales de la vivienda. La ciudad y la vivienda se funden en un todo unitario. Se plantea un proyecto desde la lectura de un tejido de Ciudad Informal, donde su tipología interactúa con la ciudad desde su concepción de predio a predio, desde la construcción de ciudad a través de la actividad generada por cada individuo. El proyecto se estructura a partir de la continuación de dicha tipología existente, manteniendo el perfil y escala del barrio. Esto permite configurar un perfil de la calle con mayor posibilidad de interacción entre el proyecto y la ciudad. Se piensa entonces en un borde “blando” donde su contacto con la ciudad está configurado por distintas capas de actividad. Un primer piso donde lo público, lo colectivo hacen contacto a través de comercios hacia la calle, entradas a lo largo de todo el borde que llevan a unos patios internos donde la actividad comunal y la vegetación encuentran su lugar. Dado su contexto natural, el proyecto funciona como una escalera habitada. Se escalona de tal manera que cada una de las partes entiende su contacto con el suelo desde su situación inmediata, reforzando su capacidad de actividad y manteniendo la noción de unidad del proyecto. Además, se concibe también desde su naturaleza de esquina, esta entendida como aquellos puntos intersticiales de la ciudad. La reconciliación de una identidad también está dada a partir del entendimiento de los oficios que allí suceden y materializarlos en objetos cotidianos cargados de una historia marcada por su identidad. Se plantea una serie de escalones de resina construidos por los artesanos del barrio dispuestos en el primer piso conectando los desniveles del proyecto y relacionando todo un primer piso donde lo colectivo y lo privado hacen contacto. Por último, el proyecto busca entender alternativas distintas del habitar indagando sobre el diálogo entre los oficios del individuo y la vivienda. Una mixtura de usos para una vivienda de bajo costo, donde cada tipo de vivienda entiende su condición respecto al proyecto. En primer piso se proponen unas unidades productivas como parte de las viviendas donde se establece un diálogo entre primer y segundo piso. Células donde la condición de cada habitante configura un espacio colectivo siguiendo la concepción de distintas capas de privacidad que la ciudad informal propone.

Ubicación