El proyecto arquitectónico ofrece a la mujer víctima de violencia y a sus hijos un espacio de refugio y acogida para futura sanación y reincorporación en la sociedad. El cantón rural de Nabón es el contexto geográfico para su desarrollo, por lo que fue importante considerar las condiciones de ruralidad del usuario. En esta zona, la vida en comunidad forma parte de su organización y estructura social; se habla también de una alta demanda agrícola y ganadera. Para el proyecto, se tomó en cuenta la arquitectura presente en Nabón, que se caracteriza por materiales como la tierra, la madera y la piedra. Dentro del sitio de emplazamiento existieron factores decisivos, tales como la topografía, la gran visual hacia el oeste, las terrazas conformadas, el asoleamiento y los vientos. Se plantea una propuesta conformada tras el proceso de “abanicar”; trata de que los volúmenes aprovechen en mayor medida la topografía, el sol y la visual, proponiendo una conexión entre ellos gracias a los patios centrales, a circulaciones laterales y a huertos que aprovechan la topografía. Se propone al cabildo en la parte más baja, pues permite aislar al centro con un desnivel de más de 25 metros y plantear el programa más público (oficinas, asambleas y cafetería). La fábrica de productos alimenticios surge como el punto de ingreso al centro y sirve a su vez como barrera, dando paso a la zona administrativa que está directamente conectada con la comunitaria (cocina, comedor, mediateca, biblioteca), el área de salud y terapias, la zona de talleres (textil, artesanías) y el área educativa (aula, guardería y zona de lactancia). Las viviendas funcionan en la parte alta y se pretende que estas sean espacios de encuentro y comunidad al plantear zonas centrales y un gran patio de ingreso. El proyecto fomenta el uso de materiales sostenibles como fueran la tierra, al emplear paneles portantes de bahareque y estructura de madera, la piedra como muros de cierre, cubiertas de teja artesanal, pisos interiores de piso flotante o exteriores de piedra andesita, paneles de vidrio con carpinterías de madera y cimentación y losa de hormigón. Todo modulado de manera que se eviten desperdicios y se aprovechen al máximo los materiales.