La ciudad de Santiago ha venido aumentando el valor del suelo urbano durante los últimos años surgiendo nuevos formatos de vivienda, como el “townhouse” o casa urbana, que buscan aprovechar el escaso suelo desarrollándose de manera vertical y disponiendo de un pequeño patio o jardín. El proyecto se concibe como un edificio habitacional de tres plantas y fachada continua hacia la calle, que acoge 12 viviendas en este formato y un departamento de dos plantas. Las viviendas verticales rematan con una terraza en la azotea, la cual permite observar el paisaje del barrio tradicional y de baja altura donde se ubica el edificio, en el límite entre las comunas de Providencia y Ñuñoa. El proyecto fue diseñado en hormigón armado con varios detalles en acero, donde se destacan sus escaleras y barandas como elementos que dan transparencia, continuidad e identidad a los espacios verticales y fachadas laterales. De manera inversa, hacia la calle poniente se disponen aberturas más pequeñas y alternadas que rompen la división interior de las unidades. Dichas aberturas se componen de ventanas fijas, batientes y persianas plegables para el control solar, que cierran la fachada unificando el frente en un todo homogéneo.