Ubicado en Sabaneta al sur del área metropolitana de Medellín, Ventum desafía la lógica del mercado inmobiliario y de los desarrolladores que han poblado el paisaje urbano con torres indistinguibles. El proyecto plantea como expresión formal evidenciar la suma de las partes que lo componen. El inventario de partes al igual que cualquier otro edificio está compuesto por circulaciones, zonas comunales y tipologías de vivienda. Estas últimas diseñadas para para atender diferentes segmentos de la población, desde solteros o parejas hasta grupos familiares diversos. A lo largo de un planteamiento estructural convencional se van apilando las distintas piezas (4 tipologías, 168 unidades habitacionales) que tienen la flexibilidad de emparejarse con cualquier otra. De esta manera se arma la propuesta volumétrica del edificio que le apuesta a evidenciar la relación interior-exterior de cada una de las tipologías propuestas. El aparente resultado aleatorio es consecuencia de la decisión racional de exponer el programa interior y no de un capricho formal. Las circulaciones verticales son volúmenes que se contienen a sí mismos y que resaltan la claridad de su función. Los espacios comunes son otra característica esencial de la propuesta. En lugar de ubicarlos en espacios residuales o en la plataforma de estacionamiento, se ubican en el centro del edificio, convirtiéndose en protagonistas no solo del aspecto formal del edificio sino también de la vida cotidiana de los habitantes. Cada torre tiene cuatro apartamentos por planta y ambas torres están conectadas entre sí para un total de ocho. El edificio cuenta con una configuración de doble crujía que gracias a un gran vacío central que funciona como chimenea térmica permite que la vivienda tenga ventilación natural cruzada. Una serie de puentes naturalmente iluminados y ventilados atraviesan el vacío central para conectar con las circulaciones verticales.